martes, mayo 24, 2005

Ida y Vuelta En Un Día

Abro los ojos. El reloj no dice la hora, me agrada porque así no me entero de que estoy atrasado. ¿Atrasado para qué? No lo se , pero ya es una costumbre.
Me levanto, no quiero hacerlo pero mi cuerpo me manda. Mis pies me piden perdón, yo no los escucho. Aunque ya no me extraña, me pregunto porqué la casa está vacia. A veces hay gente pero no la veo.
Entro al baño y me limpio todo lo malo que viví ayer, si no lo hiciera quizás moriría aplastado. Aunque suene pesimista o depresivo me gusta decirlo.
Trato de recordar un sueño, pero los minutos me gritan y no me puedo concentrar. Es la hora... ¿Que hora? no lo se, pero igual me apuro.
Corro, maldita gota, me entró en el ojo. No importa, solo se que estoy atrasado.
Camino más de lo necesario, siempre hago lo mismo. Tengo que trabajar en eso. En verdad tengo que trabajar en muchas cosas, pero eso no importa ahora porque estoy atrasado.
A veces me canso de correr, me gustaria vivir en otro lugar. Ahora que me acuerdo he tenido que recorrer este camino muchas veces. Ojalá que esta vez conozca el final. No me gusta devolverme pero a veces hay que hacerlo.
Al fin llegué, aunque atrasado. Despues de tanto correr no me gusta el final, que irónico. ¿Es eso ironía? no lo sé, nunca me ha gustado.
Estoy cansado, quiero volver. Despues de no escuchar a mis pies ellos no me quieren ayudar, insisto... no me gusta la ironía. Creo que me tendré que quedar aquí hasta reconciliarme con mis pies. Ya nadie me ayuda, nisiquiera ellos. Aunque suene pesimista o depresivo me gusta decirlo. Creo que ya dije eso. Si, es verdad.
No me quiero dormir, no me gusta despertar en un lugar que no conozco. Pero no importa, porque llegué atrasado.
Me acabo de acordar del sueño, quizas mañana se lo cuente a alguien. Pero mi casa siempre está vacia.
Vuelvo a mi casa. No hay nadie, mejor escribo el sueño para que no se me olvide. Creo que no, tengo sueño. Me duermo, ojalá el reloj me de la hora mañana.
No me gusta estar atrasado.